Comienza el nuevo año y nosotros hemos querido dedicar este primer post a un cierto retorno al origen, al lugar de partida, a la ubicación de nuestra casa rural, que es La Bisbal d’Empordà, el municipio donde se encuentra el Mas Petit.
La Bisbal es la capital del Baix Empordà y se encuentra en el centro geográfico de la comarca. Su situación privilegiada , atravesada por el río Daró, permite disfrutar tanto de la belleza de la llanura ampurdanesa, como de los parajes boscosos del macizo de Les Gavarres.
La ciudad invita a perderse por su interesante núcleo de calles estrechas, con diferentes elementos arquitectónicos que bien merecen una visita. El edificio más significativo y emblemático de La Bisbal es su Castillo Palacio, en el centro de la población, anteriormente residencia episcopal de los Obispos de Gerona, toda una joya del románico catalán.
También encontramos otros elementos patrimoniales de interés, como la zigzagueante, estrecha y oscura calle del Call, en el barrio judío, o la iglesia de Santa María (1701-1757), otro edificio simbólico de la Bisbal, de estilo barroco y grandes dimensiones, consta de una sola nave y capillas laterales.
Asimismo, podemos visitar la iglesia de la Piedad ( 1788) y la monumental reja y puerta de hierro forjado de la iglesia de los Dolores ( 1750) , ambas de un vistoso barroquismo.
No podemos ir a La Bisbal y dejar de contemplar el puente Viejo (1606 , el más antiguo de los tres puentes sobre el río Daró. Cuando llegamos a Les Voltes , conjunto de casas porticadas del siglo XIX , tendremos sin lugar a dudas, la sensación de haber viajado en el tiempo.
Y , por último, debemos mencionar la cerámica, está claro. La Bisbal, es uno de los centros alfareros más importantes de Cataluña. La cerámica da vida y color a esta ciudad, como podréis comprobar paseando por la calle de la Aigüeta , llena de coloridas tiendas a rebosar de objetos tradicionales elaborados con la preciada arcilla roja. También encontraréis talleres de artesanos , salas de exposiciones y el Terracotta Museo de Cerámica, ubicado en una antigua fábrica de azulejos , ideal para entender mejor esta ciudad.
La visita a La Bisbal no sería completa sin degustar la prestigiosa cocina y repostería del Empordanet , tan amplia que merece otro post.
Ya sabéis, si venís a La Bisbal d’ Empordà, y queréis estar en la ciudad y la vez a las afueras, a sólo cinco minutos del centro, pero con vistas a la llanura ampurdanesa, en una casa rural auténtica y moderna a la vez, cuidada con mimo y rodeada de silencio, tenéis que venir al Mas Petit.